Cuento el pequeño lobito

Había una vez un lobito llamado Lobo, que vivía en un hermoso bosque rodeado de árboles y flores de todos los colores. Lobo era muy feliz, siempre jugaba con sus amigos animales del bosque y exploraba cada rincón del lugar.

Un día, mientras jugaba con sus amigos, Lobo se dio cuenta de que estaba un poco triste. Se preguntaba por qué, ya que no había nada que le faltara en su vida. Entonces, decidió preguntarle a su sabia amiga la lechuza por qué se sentía así.

La lechuza le explicó que a veces, aunque tengamos todo lo que necesitamos, podemos sentirnos tristes o aburridos. Lobo se sintió aliviado al escuchar esto, y la lechuza le sugirió que intentara hacer algo nuevo para alegrar su día.

Lobo siguió el consejo de la lechuza y decidió explorar una parte del bosque que nunca había visitado antes. Caminó y caminó hasta que llegó a una parte del bosque que nunca había visto antes. Allí encontró una hermosa cascada y un pequeño lago.

Lobo se sintió muy emocionado al descubrir este nuevo lugar y se sumergió en el lago para refrescarse. Al salir del agua, se dio cuenta de que había un pequeño sapo que estaba triste porque no sabía saltar tan alto como los otros sapos.

Lobo decidió ayudar al sapo y lo animó a practicar saltando con él. Juntos, saltaron y saltaron, hasta que el sapo finalmente logró saltar más alto que nunca antes.

El sapo estaba muy feliz y agradecido por la ayuda de Lobo, y Lobo se sintió muy contento por haber hecho algo bueno por alguien más. Desde ese día en adelante, Lobo siguió explorando y descubriendo cosas nuevas en el bosque, y siempre estaba feliz porque sabía que había ayudado a alguien más a sentirse feliz también.