A medida que pasan los meses de lactancia, es normal que la producción de leche vaya disminuyendo paulatinamente. Sin embargo, existen una serie de señales que pueden indicar que el cuerpo está dejando de producir leche de forma prematura. A continuación vas a descubrir los síntomas de que se está secando la leche materna
Síntomas de que se está secando la leche materna
Uno de los primeros síntomas es la disminución notable en la cantidad de leche al amamantar. Donde antes salía con facilidad, ahora requiere de más esfuerzo. Esto puede deberse a que las glándulas mamarias ya no están trabajando a pleno rendimiento.
Otro signo claro es que los pezones comiencen a parecer blandos e hinchados entre tomas. Cuando la leche fluye normalmente, quedan algo encogidos. Si notas que mantienen su tamaño incluso después del amamantamiento, es posible que la producción baje.
También puedes notar que tu bebé parece quedarse con hambre con más frecuencia o que amamanta durante períodos más largos sin lograr saciarse. Esto se debe a que ahora recibe menos leche, aunque siga extrayendo la misma cantidad de tiempo.
Por otra parte, si tiene sensación de vacío o escozor en los senos, es probable que las glándulas estén sufriendo por la falta de estimulación adecuada. Cuando el stock es escaso, el cuerpo empieza a reabsorber la leche almacenada para no malgastar recursos.
Otro detalle a considerar es el cambio en la apariencia y consistencia de la leche. Puede volverse más transparente y aquosa. Esto se debe a que ahora contiene menos grasa debido a la merma en la producción.
Para prevenir que tu leche se seque, lo ideal es continuar amamantando de forma frecuente e intentar extraerla manualmente cuando el bebé no puede alimentarse. También puede ser de ayuda incluir alimentos que favorezcan la lactancia como verduras de hoja verde, frutos secos, semillas y legumbres en tu dieta.
Si a pesar de tus esfuerzos la producción no remonta, lo más recomendable es consultar a un especialista. A veces se requiere de suplementos de oxitocina u hormonas para estimular de nuevo las glándulas. Lo importante es actuar a tiempo antes de que el proceso se vuelva irreversible.
Conclusión
La detección temprana de posibles síntomas de disminución de la producción de leche permite actuar a tiempo para estimular nuevamente a las glándulas mamarias y evitar que el proceso se vuelva irreversible. Consulta a tu pediatra ante cualquier señal para recibir el mejor asesoramiento.
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