Conoce como la adicción a las pantallas o uso excesivo entre los más jóvenes se ha convertido en un problema creciente en la actualidad. Cada vez pasan más tiempo conectados que compartiendo actividades sin dispositivos. 

Cómo afecta el uso excesivo de dispositivos electrónicos

Hoy en día los niños y adolescentes pasan muchas horas diarias utilizando dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, tablets, ordenadores o videoconsolas. Si bien estos aparatos forman parte integral de sus vidas y en muchos casos pueden ser útiles, su uso excesivo y descontrolado puede derivar en una adicción a las pantallas con graves consecuencias para la salud física y emocional de los más jóvenes.

Problemas de salud

Pasar largos períodos en posturas incómodas frente a una pantalla puede derivar en problemas físicos como dolores de espalda, cuello o vista cansada. Además, los niños y adolescentes con adicción a las pantallas suelen hacer menos ejercicio físico y tienden a tener sobrepeso u obesidad.

Afecta el descanso y rendimiento escolar

La luz azul que desprenden los dispositivos electrónicos inhibe la producción de melatonina y dificulta el sueño. Esto provoca que los menores duerman menos horas de las recomendadas y se sientan cansados y desconectados al día siguiente. Como consecuencia, su rendimiento escolar y capacidad de atención se ven mermados.

Incrementa el riesgo de aislamiento social

El contacto y relacionarse a través de las pantallas no sustituye a las interacciones sociales reales. El exceso de uso de dispositivos puede conducir al aislamiento de los menores, que comunicarse menos con la familia y amigos en persona. Esto les impide desarrollar habilidades sociales tan importantes como la empatía.

Cómo detectar una posible adicción a las pantallas

Existen diferentes señales que pueden indicar la presencia de una adicción a las pantallas en los niños y adolescentes:

  • Dificultad para desconectar e interrupciones constantes durante la comidas o conversaciones para revisar el móvil.
  • Malhumor, irritabilidad e incluso síntomas de ansiedad cuando no pueden usarlos.
  • Uso de dispositivos por la noche justo antes de dormir o durante las horas de descanso.
  • Abandono progresivo de otras actividades de ocio, hobbies o aficiones por pasar más tiempo delante de las pantallas.
  • Cambios en el comportamiento, el rendimiento escolar y la relación con la familia y amigos.

Consejos para padres

Como padres es importante establecer un uso saludable y límites claros desde edades tempranas:

  • No dejar a los niños pequeños con dispositivos para entretenerlos.
  • Fijar horarios para su utilización y zonas de la casa libres de pantallas.
  • Dar ejemplo con un uso moderado de los propios dispositivos.
  • Fomentar aficiones alternativas que promuevan el ejercicio y socialización real.
  • Mantener una comunicación abierta sobre los posibles riesgos de un mal uso.
  • Acompañarlos en la navegación y aplicaciones para conocer con qué interactúan.

En definitiva, aunque las nuevas tecnologías son una realidad en la vida de niños y jóvenes, un uso descontrolado puede derivar en serias consecuencias. Como padres es importante fomentar hábitos saludables que combinen el aprovechamiento de las herramientas digitales con actividades sin pantallas que propicien el desarrollo físico y social.

Si te gusto esta información y quieres más consejos para lograr un equilibrio entre pantallas y educación, te recomiendo leer la publicación “Educación STEAM“.

Shares: