Disfruta de este encantador cuento con audio de Kuromi y My Melody que enseña a cuidar tus dientes fácilmente.
Capítulo 1: La fiesta del dulce desafío
Era un día soleado en el Bosque Encantado, y My Melody estaba emocionada. Había organizado una “Fiesta de Dulces” para todos sus amigos. Había pasteles, caramelos, chocolates y muchas delicias coloridas. Kuromi, con su gorro negro y su energía traviesa, llegó saltando.
—¡Esto será increíble! —exclamó Kuromi, tomando un puñado de gomitas de fresa.
My Melody sonrió con dulzura, mientras repartía galletas.
—Recuerda no comer demasiados dulces, Kuromi. Pueden hacerle daño a tus dientes.
Kuromi se rió.
—¡No te preocupes! Mis dientes son fuertes como rocas.
La fiesta continuó y, al final del día, todos habían disfrutado de los dulces. Pero esa noche, Kuromi sintió algo extraño. Una punzada de dolor apareció en su diente. Se tapó la boca, preocupada, y decidió visitar a My Melody al día siguiente.
Al amanecer, Kuromi llegó a la casa de My Melody.
—¡Ayuda! Me duele un diente, y no sé qué hacer.
My Melody la miró con paciencia.
—¿Te cepillaste los dientes después de la fiesta?
Kuromi negó con la cabeza.
—No me gusta cepillarme. Es aburrido.
My Melody tomó un pequeño espejo y se lo mostró a Kuromi.
—Mira, si no te cepillas, los restos de comida se quedan atrapados y pueden lastimar tus dientes.
Kuromi suspiró.
—¿Me enseñas cómo hacerlo?
—¡Por supuesto! —respondió My Melody con entusiasmo. Pero antes, había algo más por aprender.
Capítulo 2: La misión del cepillado brillante
My Melody llevó a Kuromi a la casa del doctor Conejo Blanco, el dentista del Bosque Encantado.
—¡Hola, doctor! Mi amiga Kuromi necesita ayuda con su diente y aprender a cuidarlo mejor.
El doctor Conejo Blanco revisó a Kuromi con delicadeza.
—No es grave, pero necesitas cepillarte todos los días para que tus dientes se mantengan sanos.
—¿Todos los días? —preguntó Kuromi, sorprendida.
—Sí, mañana y noche —dijo el doctor—. Y también usar hilo dental. Ahora te enseñaré cómo hacerlo divertido.
El doctor sacó un cepillo con brillitos y una pasta dental con sabor a fresa.
—Con un buen cepillo y pasta que te guste, cepillarte será como una mini fiesta.
Kuromi miró el cepillo y sonrió.
—¡Me gusta!
My Melody agregó:
—Podemos cantar mientras lo hacemos. Tengo una canción especial para el cepillado.
Esa noche, Kuromi y My Melody cantaron juntas mientras se cepillaban los dientes:
“Cepilla, cepilla, de arriba hacia abajo, con espuma brillante y un final de relajo.”
Kuromi empezó a disfrutar la rutina, y al día siguiente se sintió mucho mejor.
—¡Gracias, My Melody! Aprendí que cuidar mis dientes no es aburrido. Es importante y hasta divertido.
My Melody abrazó a Kuromi.
—Tus dientes estarán felices si los cuidas. ¡Y así podrás disfrutar más dulces en el futuro!
Desde ese día, Kuromi y My Melody cepillaban sus dientes juntas, recordando que una sonrisa saludable hace la vida más brillante.
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