En un lejano bosque vivían un humilde leñador, su esposa y sus dos hijos, Hansel y Gretel. La familia era muy pobre y, en tiempos de escasez, la madrastra convenció al leñador de abandonar a los niños en el bosque para que pudieran sobrevivir por su cuenta.

Hansel, que era muy astuto, escuchó el plan y llenó sus bolsillos con pequeñas piedras blancas. Cuando sus padres los llevaron al bosque, el niño iba dejando un rastro para poder regresar. Esa noche, cuando los padres los dejaron solos, los hermanos siguieron las piedras bajo la luz de la luna y lograron volver a casa.

Sin embargo, la escasez continuó, y la madrastra insistió en llevarlos aún más lejos en el bosque. Esta vez, Hansel no pudo recolectar piedras, así que dejó migas de pan. Pero las aves del bosque se comieron las migas, y los niños se perdieron. Caminaron por horas hasta encontrar una maravillosa casa hecha de chocolate, caramelos y dulces de todos los colores.

Hambrientos, comenzaron a comerla, cuando de repente una anciana salió de la casa. Con una voz amable, les invitó a entrar y les ofreció más comida y un lugar para descansar. Sin embargo, la anciana era en realidad una malvada bruja que atrapaba niños para comérselos.

Al día siguiente, la bruja confinó a Hansel en una jaula y forzó a Gretel a preparar alimentos para que aumentara su peso. Cada día, la bruja verificaba si Hansel había aumentado su peso, pero el pequeño, muy hábil, alargaba un hueso en lugar de su dedo para persuadirla. Dado que la bruja tenía una vista deficiente, creía que todavía estaba bastante delgado.

Tras varias semanas, la bruja se alarmó y optó por comérselo de cualquier manera. Solicitó a Gretel que prendiera el horno caliente. La niña, simulando no tener conocimiento de cómo proceder, solicitó ayuda. La bruja, ansiosa, se volteó para presentarse, y justo en ese instante, Gretel la propulsó dentro del horno y cerró la puerta.

Gretel corrió a liberar a Hansel, y juntos exploraron la casa de la bruja. Descubrieron cofres llenos de oro y piedras preciosas, que recogieron antes de partir. Con gran esfuerzo, lograron encontrar el camino de regreso a casa.

Al llegar, encontraron a su padre solo, pues la madrastra había desaparecido. El leñador, arrepentido y lleno de alegría, abrazó a sus hijos. Con las riquezas que habían traído de la casa de la bruja, la familia nunca volvió a pasar hambre. Hansel y Gretel crecieron felices en su hogar, con su padre, sin temores y con la certeza de que nunca más serían abandonados.

Reflexión del cuento

El cuento de Hansel y Gretel muestra cómo la inteligencia, la valentía y la unión pueden ayudar a superar grandes desafíos. A pesar de la adversidad, los hermanos encuentran el camino de regreso a casa, demostrando que la astucia y la esperanza siempre triunfan.

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