Cuento de un cocodrilo corto

En las profundidades del río Mamba, vivía un cocodrilo llamado Crispín. Era un reptil imponente, con escamas relucientes y ojos centelleantes que observaban atentamente su territorio.

Crispín anhelaba explorar el mundo más allá del río, pero su timidez lo mantenía cautivo en su hogar acuático. Un día, un grupo de pájaros migratorios pasó por encima del río, contando historias sobre las maravillas del vasto mundo exterior. Fascinado por sus relatos, Crispín ansiaba descubrir esos lugares por sí mismo.

Con valentía, decidió emprender un viaje más allá de las aguas familiares. Navegó río arriba, sorteando peligros y desafíos desconocidos. En su travesía, conoció a animales de diferentes especies que lo ayudaron y enseñaron sobre la amistad y la solidaridad.

Finalmente, Crispín emergió en un exuberante estanque rodeado de exóticos árboles y flores. Ahí conoció a Clara, una tortuga sabia y amigable que lo recibió con calidez. Juntos, exploraron la tierra, descubriendo lugares fascinantes y compartiendo experiencias únicas.

Pero el llamado del río Mamba nunca desapareció por completo en el corazón de Crispín. Después de un tiempo, sintió la necesidad de regresar a su hogar y compartir las maravillas que había visto con su comunidad.

Al volver al río, Crispín se convirtió en un narrador de historias, inspirando a otros a seguir sus sueños y explorar más allá de lo conocido. Aunque había regresado, su espíritu aventurero permaneció intacto, recordándole siempre la belleza del mundo que había descubierto más allá de las aguas familiares.