Hola comunidad Educatiles, hoy venimos a compartir un bonito cuento sobre la motivación, El Animal más Veloz del Planeta. Una breve historias de 2 capítulos que te dejaran una buena lección.

Capítulo 1: La Carrera de los Animales

Había una vez un pequeño cheetah llamado Chispa que vivía en la selva. Chispa era muy rápido, pero a veces se sentía triste porque pensaba que no era lo suficientemente bueno. Un día, todos los animales decidieron hacer una gran carrera para ver quién era el más veloz del planeta. Chispa estaba emocionado, pero también un poco nervioso.

El día de la carrera, todos los animales se reunieron. Había leones, gacelas, y hasta un pájaro que volaba muy alto. Chispa miró a su alrededor y vio a sus amigos. La tortuga, que siempre era lenta, le dijo: “No importa si ganas o pierdes, lo importante es participar y divertirse”. Chispa sonrió, pero aún tenía dudas.

Cuando el juez, un búho sabio, dio la señal de salida, todos los animales comenzaron a correr. Chispa salió disparado como un rayo. Sentía el viento en su cara y su corazón latía rápido. Pero de repente, vio a un pequeño conejo que se había caído. Chispa recordó lo que le había dicho la tortuga y decidió ayudar al conejo.

“¡Vamos, amigo! Te ayudaré a levantarte”, dijo Chispa. Juntos, se pusieron de pie y continuaron corriendo. Aunque Chispa sabía que podía haber llegado primero, se sintió feliz de haber ayudado. Al final de la carrera, el león llegó primero, pero Chispa no se sintió mal. Había aprendido que ser rápido no era lo único que importaba.

Capítulo 2: La Gran Lección

Después de la carrera, todos los animales se reunieron para celebrar. Chispa se sentó con sus amigos y escuchó las historias de cada uno. El león habló sobre su victoria, pero también mencionó lo mucho que había disfrutado correr con todos. Chispa se dio cuenta de que todos estaban felices, no solo por ganar, sino por compartir un momento especial.

Esa noche, mientras miraba las estrellas, Chispa pensó en lo que había aprendido. No solo era el animal más veloz, sino que también podía ser un buen amigo. Decidió que en la próxima carrera, ayudaría a otros animales si lo necesitaban, porque eso lo hacía sentir bien.

Al día siguiente, Chispa fue a ver a la tortuga. “Gracias por tus palabras, ahora entiendo que lo importante es disfrutar y ayudar a los demás”, le dijo. La tortuga sonrió y le dijo: “Siempre serás el más veloz, pero también serás el más querido”.

Desde ese día, Chispa corrió con alegría, sabiendo que ser rápido era genial, pero ser amable era aún mejor. Y así, el cheetah más veloz del planeta aprendió que la verdadera velocidad está en el corazón.

Si te gusto este cuento corto sobre El Animal más Veloz del Planeta y quieres leer otra historia te recomiendo la lectura del cuento El León y el Mosquito.

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