Bienvenidos a disfrutar del cuento corto del Erizo y el Zorro, una pequeña historia ideal para dormir niños o adultos.

Capítulo 1: Un encuentro inesperado

En un hermoso bosque lleno de árboles altos y flores coloridas, vivía un pequeño erizo llamado Enrique. Enrique era un erizo curioso que siempre exploraba su hogar. Un día, mientras buscaba fresas, escuchó un ruido entre los arbustos. Con cautela, se acercó y vio a un zorro rojo llamado Zacarías.

Zacarías era un zorro astuto, pero también muy solitario. Miró a Enrique con curiosidad y le dijo: “Hola, pequeño erizo. ¿Qué haces por aquí?”

“¡Hola! Estoy buscando fresas para mi almuerzo,” respondió Enrique con una sonrisa. “¿Y tú? ¿Qué haces en el bosque?”

“Solo paseo,” contestó Zacarías, sintiéndose un poco triste. “No tengo amigos con quienes jugar.”

Enrique pensó que sería divertido tener un amigo nuevo. “¿Te gustaría ayudarme a encontrar fresas? Juntos podríamos recoger muchas más.”

Zacarías sonrió por primera vez. “¡Sí, me encantaría!”

Los dos comenzaron a buscar fresas juntos. Mientras caminaban, Enrique le mostró a Zacarías su forma de rodar cuando se sentía asustado y Zacarías le enseñó a Enrique cómo correr rápido entre los árboles. Rieron y jugaron, llenando sus barrigas de dulces fresas.

Al final del día, cuando el sol comenzaba a ocultarse, Zacarías dijo: “Hoy fue un día muy divertido. Nunca había tenido un amigo como tú.”

“¡Yo tampoco!” exclamó Enrique. “Espero que podamos jugar juntos otra vez.”

Capítulo 2: Un problema en el bosque

Al día siguiente, Enrique y Zacarías decidieron explorar una parte del bosque que nunca habían visto. Mientras caminaban, encontraron un arroyo que brillaba bajo el sol. Pero de repente, escucharon un fuerte ruido: ¡un árbol había caído y bloqueaba el camino!

“¿Qué haremos ahora?” preguntó Zacarías, preocupado.

“No te preocupes,” dijo Enrique con valentía. “Podemos trabajar juntos para moverlo.”

Zacarías dudó al principio porque el árbol era muy grande, pero decidió ayudar a su nuevo amigo. Juntos empujaron y empujaron, pero el árbol no se movía.

“Tal vez podamos pedir ayuda,” sugirió Enrique.

“Buena idea,” respondió Zacarías. Así que llamaron a otros animales del bosque: la liebre, la tortuga y el búho.

Cuando todos llegaron, se pusieron en círculo alrededor del árbol caído. Con la ayuda de todos los animales, empujaron al mismo tiempo y, ¡sorpresa! El árbol comenzó a moverse lentamente.

Con mucho esfuerzo y trabajo en equipo, lograron despejar el camino. Todos celebraron su éxito con risas y saltos de alegría.

“Hoy aprendí que la amistad y la colaboración son muy importantes,” dijo Zacarías.

“¡Sí! Juntos somos más fuertes,” añadió Enrique.

Desde entonces, Enrique y Zacarías se volvieron inseparables. Jugaron cada día en el bosque y ayudaron a otros animales cuando lo necesitaban. Y así, el erizo y el zorro vivieron felices en su hermoso hogar.

Si disfrutaste este cuento corto sobre El Erizo y el Zorro, y quieres leer otra historia te recomiendo la lectura de la Zorra el y el Gato.

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