Capítulo 1: Un Gatito Especial
Había una vez un pequeño gatito que nació en una casa llena de amor. Su mamá era una gata blanca como la nieve, y su papá era un gato gris como una nube. Cuando el gatito llegó al mundo, sus hermanos eran todos blancos o todos grises. Pero él era diferente, tenía un pelaje blanco con grises, ¡como si dos colores se abrazaran!
Desde que era muy pequeño, el gatito se llamaba Nube. A veces, los otros gatitos se reían de él, diciendo que parecía una vaca porque tenía manchas. Nube se sentía triste, pero su mamá siempre le decía: “Eres especial, Nube. Tu belleza es única”.
Un día, llegó el momento de ir a la escuela de gatitos. Nube estaba emocionado, pero también un poco nervioso. Cuando llegó, todos los gatitos miraron su pelaje y comenzaron a reírse. “¡Mira a Nube! ¡Parece una vaca!”, decían. Nube se escondió detrás de un árbol, sintiéndose muy solo.
Capítulo 2: La Burla
En la escuela, Nube trató de hacer amigos, pero los otros gatitos solo lo miraban con burla. “¡No juegues con él, es un gato extraño!”, decía una gata blanca. Nube se sentía triste y a veces quería llorar. Sin embargo, él sabía que su mamá tenía razón: era especial, aunque nadie lo entendiera.
Un día, mientras todos jugaban en el patio, una gata gris llamada Sombra se quedó atrapada en un arbusto espinoso. Ella intentó salir, pero los espinos la lastimaban. Los otros gatitos empezaron a reírse. “¡Mira a Sombra, atrapada como un ratón!”, decían.
Nube vio lo que pasaba y, aunque sabía que no lo querían, decidió ayudar. Corrió hacia el arbusto y dijo: “¡No se rían, Sombra necesita ayuda!” Con cuidado, Nube se acercó y empezó a mover las ramas para liberar a Sombra.
Los otros gatitos se quedaron boquiabiertos. “¿Por qué Nube está ayudando a Sombra?” se preguntaron. Pero Nube no se detuvo. Con mucho esfuerzo, logró liberar a Sombra. Ella salió del arbusto, agradecida y un poco sonrojada.
Capítulo 3: Un Nuevo Comienzo
Después de ese día, todo cambió. Los gatitos que antes se burlaban de Nube comenzaron a verlo de otra manera. “Nube es valiente”, dijo un gato gris. “Sí, y tiene un pelaje hermoso”, añadió una gata blanca.
Sombra se acercó a Nube y le dijo: “Gracias por ayudarme. Nunca pensé que un gato con tu pelaje podría ser tan valiente”. Nube sonrió, sintiéndose feliz. Por primera vez, se dio cuenta de que su diferencia era algo bueno.
Con el tiempo, Nube se hizo muy popular en la escuela. Los otros gatitos querían jugar con él y aprender de su valentía. Nube se convirtió en un líder, siempre listo para ayudar a los demás.
Desde entonces, todos los gatitos aprendieron que ser diferente es algo maravilloso. Nube ya no se sentía solo. Sus colores blancos y grises, que antes eran motivo de burla, ahora eran motivo de admiración.
Y así, el pequeño gatito blanco con gris vivió feliz, rodeado de amigos que lo querían por ser quien era. Y cada vez que alguien le decía que parecía una vaca, él sonreía y respondía: “Sí, ¡soy una vaca especial!”.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
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