1. Preparación del Pollo: Antes de ofrecer pollo a tu bebé, asegúrate de que esté bien cocido. Cocina el pollo hasta que alcance una temperatura interna segura para el consumo. Evita la presencia de huesos pequeños y desmenuza la carne en trozos pequeños y manejables.

2. Textura Adecuada: Cuando prepares el pollo para tu bebé, asegúrate de que tenga una textura suave y desmenuzable. Esto facilitará que el bebé pueda sostenerlo y explorarlo con sus manos.

3. Supervisión Constante: Siempre supervisa a tu bebé mientras come pollo y otros alimentos. El BLW se trata de permitir que el bebé explore, pero la supervisión es esencial para garantizar que no haya riesgos de atragantamiento.

4. Presentación Atractiva: Coloca el pollo en el plato del bebé de manera llamativa. Puedes combinarlo con otros alimentos blandos, como puré de patatas o aguacate, para hacer la experiencia más interesante y nutritiva.

5. Deja que el Bebé Lidera: En el BLW, se alienta a los bebés a ser autónomos en sus elecciones alimenticias. Deja que tu bebé explore el pollo a su propio ritmo. No fuerces ni presiones; el objetivo es permitir que el bebé desarrolle sus habilidades motoras y su relación con la comida de manera natural.

6. Introduce Variedad: A medida que tu bebé se acostumbra al pollo, puedes comenzar a introducir diferentes preparaciones, como pollo a la parrilla, al horno o cocido al vapor. Esto ayudará a diversificar su paladar y fomentar hábitos alimenticios saludables desde una edad temprana.

Recuerda, cada bebé es único, y el proceso de introducción de alimentos puede variar. Consulta siempre con tu pediatra antes de incorporar nuevos alimentos a la dieta de tu bebé, especialmente si hay preocupaciones sobre alergias alimentarias. ¡Disfruta de esta emocionante etapa de descubrimiento alimenticio con tu pequeño!

¿Quieres seguir explorando la alimentación consciente para tu bebé? No te pierdas nuestra próxima publicación: ‘Cómo ofrecer Pera en el método BLW‘.