La Serpiente y la Luciérnaga

Había una vez en el bosque encantado, una serpiente llamada Silvana que siempre soñaba con brillar como una estrella en la noche. Un día, conoció a Lucía, una luciérnaga destellante que irradiaba luz y alegría.

Silvana, envidiosa de la luz de Lucía, decidió acercarse y preguntarle cómo lograba brillar de esa manera. Lucía, amablemente, compartió su secreto: “Mi brillo viene de la alegría y la amistad. Si compartes amor, tu luz también brillará”.

Silvana, intrigada, decidió seguir el consejo de Lucía. Comenzó a hacer amigos entre los animales del bosque, ayudando a otros y compartiendo su tiempo. Poco a poco, Silvana notó que su propia luz interior comenzaba a brillar.

Un día, mientras Silvana ayudaba a un ratoncito perdido, escuchó una voz desde el cielo. Era la sabia lechuza del bosque que dijo: “La serpiente y la luciérnaga, juntas brillan con más fuerza”. Silvana se dio cuenta de que la verdadera magia estaba en la amistad y la colaboración.

Desde entonces, Silvana y Lucía exploraron el bosque juntas, compartiendo su luz con cada rincón oscuro. La historia de la serpiente y la luciérnaga se convirtió en una leyenda, enseñando a todos los habitantes del bosque la importancia de la amistad y la colaboración.

En este cuento mágico, descubrimos que “la serpiente y la luciérnaga” encontraron la verdadera luz en la amistad y el compañerismo. Que este relato inspire a los pequeños lectores a buscar la luz en sus propias amistades y a compartir su brillo con el mundo